
Un año de la puesta en marcha del Almacén de Productos de Primera Necesidad del Kontseilu Sozialista de Bilbo
“Hoy por hoy no podemos dar de comer a toda la gente que lo necesita”
“Como ha ocurrido con la pandemia, en estos tiempos de crisis la burguesía profundiza su ofensiva contra la clase trabajadora”
“El objetivo es organizar a las masas trabajadoras e incorporarlas a una estrategia socialista”
“En Euskal Herria está cuajando un proceso político en términos revolucionarios que en pocos años está creciendo y abarcando más líneas de trabajo y más sectores de la clase trabajadora”
Hablamos con Ander y Asier cuando se cumple un año de la puesta en marcha del Almacén de Productos de Primera Necesidad (Oinarrizko produktuen biltegia) en el barrio de Rekalde y su reciente comedor social en el Centro Socialista Urkila, del Kontseilu Sozialista de Bilbo para atender a las necesidades de las personas más necesitadas y comprometidas. Y, a la vez, analizamos la situación económica. Admiten que “hoy por hoy no podemos dar de comer a toda la gente que lo necesita”, por la profundidad que está teniendo la crisis y añaden que “como ha ocurrido con la pandemia, en estos tiempos de crisis la burguesía profundiza su ofensiva contra la clase trabajadora”. Para ellos que pisan barro todos los días, al contrario de la declaración de Iñigo Urkullu hace unos días de que ha llegado “el fin de la crisis”, opinan que “la crisis no tiene punto final”, por lo que la “organización revolucionaria socialista” llama a organizarse para hacerle frente.
¿Qué es esta iniciativa que parece un banco de alimentos?
Sí. Se puede decir que el proyecto es un Almacén de Productos de Primera Necesidad (Oinarrizko produktuen biltegia). Por un lado, el término nos parece más completo que banco de alimentos, porque el banco de alimentos hace referencia a un tipo de servicio institucionalizado, y es para diferenciarnos de eso, porque tenemos formas de trabajo, objetivos y principios diferentes.
¿Por qué un almacén de productos de primera necesidad?
Las evidencias son claras y más en los últimos años. Sí que es verdad que el movimiento obrero siempre ha utilizado este tipo de herramientas. Quiero decir que va directamente a ayudar a las necesidades básicas de las familias, del proletariado o de las clases más paupérrimas. En ese sentido, entendemos como objetivo de este Almacén organizar a las masas populares dentro de una estrategia más general de construcción del socialismo. Es una manera de llegar a los sectores más proletarizados en el contexto de crisis en el que estamos. En los últimos meses de elevada inflación, que lleva a la subida de precios, cada vez se está viendo que es más necesaria. De hecho, nosotros hemos vivido en una época en la que todo esto no estaba tan jodido en cuanto a los precios, y se ha notado mucho cambio en cuanto a que la gente no tiene la posibilidad de ayudar y donar tanto como antes.
¿En dónde realizáis vuestra actividad?
Alrededor de Irala-Rekalde y este último mes se ha abierto a San Inazio. El Almacén de Productos de Primera Necesidad es de Bilbao. Ahora mismo por las necesidades que hay, está localizado en el Centro Socialista Urkila en Rekalde, pero nuestro objetivo es que esto se extienda a nivel general en Bilbao, en tanto que el Kontseilu Sozialista de Bilbao está organizado en este territorio. No se limita a un proyecto de barrio sino que tiene la intención de extenderse.

¿Cuántos alimentos recogéis?
Tres carros cada sábado más o menos. Ahora un poquito menos porque se nota, como he dicho, el contexto de la inflación creciente, que es más problemático. Tres carros y calculamos que unos cien euros en cada carro, dependiendo de los productos.
¿A cuánta gente llegan los productos?
Ahora mismo a 75 personas, contando los participantes de cada familia. Y luego cada familia participa con una o dos personas en el proyecto. Repartimos lotes en los que entran alimentos y productos de primera necesidad. El año que llevamos aquí trabajando nos ha llevado a ir especializando el tipo de lote y cómo se recoge. Entendemos que el aceite no se necesita recibir todas las semanas, sino que se entrega cada quince días. Por ejemplo, detergentes, etc se pueden dar cada más tiempo.
Se ha ido modificando. Tenemos un lote básico que se da cada quince días el cual incluye aceite, arroz, legumbres y productos para el desayuno, entre otros. El lote es personalizado, los propios vinculados (el tipo o el rol del militante que recibe el lote), escoge entre los productos que tenemos “que quiero tres de alubias en vez de una de alubias, lentejas y garbanzos”, pues se hace. Al final, lo que conseguimos es que salgan de aquí y no lo tiren o que no se acumule en casa sin uso. Por ejemplo, si un día llegan y ven que siguen teniendo en casa ciertos productos, se intenta que no se lleven. Un lote por persona será de unos 60 euros o más cada quince días.
¿Es gente recurrente que van al banco de alimentos de Bizkaia y vienen aquí después?
No. Son personas que no han podido, por vergüenza, porque no comparten, porque no pueden recibir esa ayuda institucionalizada o porque al final, el banco de alimentos tiene productos limitados. Sí que es verdad que es un perfil que solo coge aquí.
¿Puede venir cualquier persona, tenéis algún control?
Es una buena pregunta. En cuanto a tipo de perfil no hacemos distinción. Claramente las capacidades que tenemos de dar comida son limitadas. Hoy por hoy no podemos dar de comer a toda la gente que lo necesita, por lo que vamos calculando cómo avanza el proyecto y cuánta capacidad de generar comida tiene y en base a esto abrimos listas o no. Pero, en cuanto a perfil y momento en el tiempo, siempre se les hace la entrevista, y siempre, si es posible se le acoge, sin distinción.
Aun así, entendemos que no todo el mundo se adecúa a este espacio porque esto tiene unos objetivos concretos. Uno de sus principios está en contra del asistencialismo. Cuando alguien se informa de este espacio, pregunta por comida, por su lote, se le hace una entrevista y se le explica: este es un proyecto del Consejo Socialista de Bilbo que tiene estos principios y es un acuerdo de derechos y obligaciones. Tienes el derecho de participar dentro de la organización del Biltegi, proponer, tomar decisiones y recibir tu lote quincenalmente, pero también tienes las obligaciones de hacer los turnos, ir a distintas reuniones presenciales informativas o de decisión. Tiene distintas obligaciones. Hay gente que cuando oye esto dice que no le interesa. Hay gente a la que por diferentes razones este proyecto no se adecua a sus condiciones.
Al contrario de las instituciones del Estado, nosotros lo que planteamos es que sean parte de su propia solución. Entra en un espacio organizado y sé tu parte de tu propia solución, haciendo, tomando decisiones, cogiendo responsabilidades, haciendo turnos y, sobre todo, desarrollando socialmente y políticamente como personas y colectivo.

La iniciativa del comedor social la habéis puesto en marcha hace poco, ¿cuánta gente viene a comer?
El comedor sí que hay que entenderlo como un proyecto dentro del Centro Socialista Urkila, no solo del Oinarrizko Produktuen Biltegia. Claramente entra dentro de las necesidades básicas, dentro de la alimentación. Van de la mano. No sale del proyecto del almacén, sino sale del Kontseilu Sozialista y se crea a partir de este espacio nuevo del Centro Socialista, con el objetivo de generar un punto de encuentro los viernes al mediodía en Urkila. Un plato con precio accesible (4 euros).
El objetivo es que se abra al barrio. La última vez vinieron entre 25 y 30 personas en las dos horas que se abre. Intentamos que sea un precio sobre el coste. Estamos tanteando cuánto hacer de comida, pero nuestro objetivo es que se vaya ampliando, es interesante como momento de ocio o encuentro donde te puedes comunicar y relacionar con gente que esta en tu parecida situación.
¿Lo vais a extender a otros GKS de Euskal Herria?
Antes de nada, aclarar que son los Consejos Socialistas quienes suelen poner en marcha este tipo de herramientas con el objetivo de organizar a diferentes sectores proletarios entornos a un proyecto socialista, y que GKS es una organización juvenil del Movimiento Socialista.
Entonces, la pregunta sería ¿distintos consejos socialistas van a llevar a cabo este tipo de proyectos? Nosotros tenemos unas condiciones materiales que nos permite hacer esto, pero no en todos los eskualdes hay los mismos recursos. De todos modos, hoy en día existen varias herramientas de los Consejos Socialistas para defender las condiciones de vida del proletariado e ir enraizando la lucha por el socialismo: hay sindicatos de vivienda en distintos lugares, redes de autodefensa laboral, almacenes de productos…
¿Hay más almacenes de Productos de Primera Necesidad (Oñarrizko produktoak biltegia?
Sí. En Azpeitia atiende a más de doscientas personas; y en Lekeitio y Gasteiz también hay. El objetivo, vuelvo a decirlo, es organizar a las masas trabajadoras e incorporarlas a una estrategia socialista. Hay que ver qué aportación hacen este tipo de herramientas para su objetivo final que es ése. Se ve que consiguen estabilizarse y habrá que ver cómo se van a desarrollar.
Cuando habéis visto que hace una década empezó en Italia, pasó a Grecia y acabó en Estado español, con organizaciones neonazis que han utilizado este sistema para llegar a la gente ¿que pensáis? ¿Puede pasar aquí según está creciendo Vox y se les ocurra intentar esto con rollo ultra. Lo habéis hablado, lo habéis debatido?
Sí, claramente. Como ya he dicho el Almacén de Productos de Primera Necesidad ya históricamente ha sido una herramienta utilizada tanto por movimientos reaccionarios como revolucionarios. Es algo que ha pasado y va a seguir pasando porque es una manera de llegar de una manera directa y poder hacer una batalla cultural e ideológica con la masa. Pensamos que puede ser utilizado por ese movimiento y organizaciones reaccionarias y fascistas.
¿Qué es lo que pasa? Nos diferenciamos y creemos que va a seguir pasando y llegado el caso, lo denunciaremos. Lo que hacemos es trabajar porque vemos legítimo ese espacio de lucha y hay que luchar y expandir las tesis socialistas y sobre todo haciendo ver a la gente que nuestros principios o nuestro tipo de trabajo es un trabajo que puede proyectar las futuras nuevas relaciones. En ese sentido, muy al contrario de los bancos de alimentos de grupos fascistas, nosotros no hacemos ninguna distinción en cuanto a género, raza, nacionalidad etc. de las personas que acuden al Biltegi. Si planteamos que el acceso a los medios de vida debe ser universal y gratuito, tenemos que trabajar desde nuestras capacidades en esa misma dirección. La responsabilidad, por ejemplo, y no el mero hecho de ser una persona que recibe, ya nos parece que va en contra de la forma de trabajar de otros proyectos. En ese sentido por un lado, confrontaremos a ese tipo de organizaciones si las hubiera en nuestro territorio, pero por otro lado, seguiremos trabajando en este tipo de lineas de trabajo ya que, vemos que nos ofrece posibilidades para llegar a ciertas capas de la clase trabajadora.
La realidad es que grupos de extrema derecha utilizando y manipulando han llegado a confrontar con modelos asentados desde hace tiempo como Caritas o los bancos de alimentos de diferentes provincias. ¿Habéis entrado en confrontación con Cáritas o simplemente ellos van por su camino y vosotros por el vuestro?
Confrontar a nivel concreto y directo, no. De hecho, tenemos bancos de alimentos alrededor y nos hemos puesto en contacto y entendemos que es un ámbito extenso, que hay distintas instituciones y dentro de ese ámbito vamos a marcar nuestra forma de trabajo y hacer ver que esas instituciones tienen muchos límites, porque se tira comida, no pueden mantenerse más que con subvenciones o dinero que reciben o por todo lo que hay detrás, y sobre todo porque no organizan a la gente que acude a esos espacios. Confrontar sí que lo hacemos a nivel ideológico en el sentido de que hacemos ver los límites que tiene, las funciones que cumplen dentro del sistema capitalista, la forma que tienen de trabajar, es decir, un proyecto asistencial, básicamente, sin ningún tipo de proyección de cambiar las cosas ni incluso acabar con la escasez de alimentos, y claramente lo confrontamos.
¿Habéis hecho un cálculo de cuanta gente en Bilbo tiene este tipo de necesidades o manejáis algún estudio?
No. Partimos de la idea de que esto, a un corto plazo, no va a llegar a dar alimentos a todas las familias que tengan necesidad de productos, porque es inviable y te supera. No manejamos cálculos como tal, lo que sí manejamos en la situación actual es la gente que se queda fuera de esos servicios institucionalizados y toda la gente que en un futuro cercano va a tener esa necesidad, porque cada vez más, la inflación sube y los alimentos suben.
La crisis se está generalizando y la pobreza se extiende, vemos que cada vez va haber más gente con necesidad de alimentos y de productos de primera necesidad, en ese sentido, no manejamos números con el objetivo de llegar a esas personas, lo que pensamos es que se va a generalizar tanto, que conviene mejor ir poco a poco formando a las personas que participan, que los propios vinculados que reciben los alimentos no estén aquí dos años y luego se vayan, y que vean que este proyecto puede avanzar y pueda llegar a más gente. En ese sentido, si que vemos útil basarnos en las cifras que hay para poder hacer proyecciones en base a cuántas familias podemos llegar en cada barrio, en cada zona de Bilbao.
Sobre la efectividad del ‘biltegi’ o el elemento positivo a valorar para nosotros no es la capacidad del número de familias que vaya a abarcar, sino de qué manera aporta eso en la expansión de este trabajo colectivo.
No entendemos el ‘biltegi’ de manera aislada, sino que su expansión tendrá que ir junto con la organización misma y su efectividad, se tendrá que medir a medida que aporte en generar en ciertas capas de la clase trabajadora una adhesión respecto a un proyecto socialista. Junto con la comprensión de que a cada problema concreto no se le hará frente desde su propia parcialidad, sino que hace falta una organización fuerte e integral que genere condiciones para la superación del sistema que los genera. Sería cuestión de intervenir ahí para hacer ver o poner en marcha procesos ideológicos de adhesión a un proyecto general de socialismo.
Cuando habláis de crisis, como lo valoráis. ¿Estamos en medio de una crisis dese 2008 o estamos en una crisis global que con lo de Ucrania se va a poner muy jodido con recesiones…o al principio de una megacrisis global?
Hay una dificultad para organizar la rentabilidad y el tipo de ganancia que se necesita, por lo tanto es necesario para la burguesía también un cambio de producción a nivel mundial, por lo que entendemos que esto es el principio de un nuevo ciclo productivo. Estamos viendo cambios que afectan de pleno a nuestras condiciones de vida: inestabilidad laboral, aumento del control social, recortes en cuanto a derechos políticos… Como ha ocurrido con la pandemia, en estos tiempos de crisis la burguesía profundiza su ofensiva contra la clase trabajadora.
Por lo tanto, caracterizamos la crisis como una crisis de acumulación. No hay en marcha procesos productivos lo suficientemente eficaces desde el punto de vista de la valorización del capital y eso luego genera un montón de expresiones en tanto que la máquina no funciona correctamente a diferentes niveles, como hemos comentado a nivel laboral, acceso a los medios de vida, a nivel cultural, a nivel ideológico de auge de la extrema derecha y luego ya sus expresiones más crudas como las guerras imperialistas o interimperialistas, etc.
Los últimos datos indican que la economía crecerá por encima del 4%. Hay riqueza, pero la inflación tan elevada pone en crisis a una parte importante de la población, mientras los ricos ganan más y las mayores compañías del Ibex 35 obtienen beneficios que nunca habían logrado. ¿Si hay riqueza por qué no se redistribuye?
En el sistema capitalista para que se dé un proceso más o menos estable de crecimiento, lo que tiene que ocurrir es no solo que la economía crezca, sino que crezca cada vez más. Es decir, no solo que haya más riqueza, sino que la ganancia que se extrae en el proceso productivo sea cada vez mayor. No sólo crecer, sino crecer cada vez más. Lo que es innegable es que eso ya no se está dando así. Es posible que las economías de algunos países sigan todavía en crecimiento, pero hay un estancamiento en cuanto a ese crecimiento, y por tanto, una crisis de acumulación.
Luego, si la pregunta va por si todavía existen los suficientes recursos como para que si se distribuyeran de alguna manera adecuada, equitativa, etc. poder satisfacer las necesidades de la población, la cuestión no se da de esa manera. Esa posible mejor distribución no es consecuencia de una mayor voluntad de quienes poseen esos medios de producción, porque la lógica que motiva a quienes poseen esos medios es seguir aumentando sus ganancias.
Pero, ¿ves a los gobiernos con voluntad de redistribuir riqueza?
No creo que haya ninguna voluntad, pero tampoco creo que sea solo un tema de voluntad. Porque eso puede llevar a pensar que si existiera tal y cual gobierno se podría distribuir de tal y cual manera para satisfacer las necesidades generales. Luego aparte, nosotros vemos que la capacidad distributiva de los estados hoy en día en general en sus competencias respecto a su propio territorio son cada vez menores también. Son países totalmente endeudados, insertados en estructuras supranacionales. Como la UE, el BCE… que legislan sobre los países. No hay más que ver la reforma laboral y otras muchas, que son de alguna manera las reformas estatales de cada país para que se adecúen las leyes internas de ese país a las necesidades de estructuras supranacionales, etc. Lo digo por todo el endeudamiento que hay y la deuda al final implica capacidad de decisión sobre los países endeudados.
Estamos con el Almacén de Productos de Primera Necesidad (Oinarrizko produktuen biltegia) o el comedor social porque la gente no llega, ¿qué os parece la reforma laboral, se está estabilizando el empleo, como nos dicen?
Creo que para nada. Para empezar creo que han sido dos cosas: por un parte, una maniobra comunicativa de un Gobierno que se presenta como gobierno progresista, la farsa que todos conocemos y tener que rendir cuentas hasta cierto punto a su electorado, a sus promesas electorales de derogar la anterior reforma laboral, etc. Por otra, ir adecuando el mercado laboral a un nuevo ciclo productivo y un nuevo escenario económico y que tiene su implicación directa en el ámbito laboral.
Hablando más en concreto, no hay mejoras sustanciales para la clase trabajadora con esta reforma laboral y lo que hay son algunos perjuicios, por ejemplo que los EREs pasan de ser en una medida excepcional y se van a convertir en medidas casi ordinarias de aplicación en cualquier momento. Además, existe una intencionalidad de maquillar a través de la reforma laboral los datos sobre estabilidad del empleo con la fórmula de los fijos discontinuos, para que parezca que hay muchos más contratos fijos cuando en realidad son más contratos temporales camuflados que fijos.
La mitad de los contratos son fijos discontinuos… ¿el futuro está difícil para los jóvenes?
Fácil en cuanto a condiciones de vida está claro que no. Pero sí hay motivos para la esperanza. En Euskal Herria está cuajando un proceso político en términos revolucionarios que en pocos años está creciendo y abarcando más líneas de trabajo y más sectores de la clase trabajadora. Evidentemente hay mucho por hacer pero tenemos razones para no darlo todo por perdido aunque las condiciones de vida no son buenas y no van a ser mejores.
¿Veis que pueda producirse un choque entre quienes hoy gestionan la política en los gobiernos y en los parlamentos?
No tenemos una bola mágica. Los cambios a mejor van a venir de una mejor correlación de fuerzas respecto a la burguesía y a todas sus instituciones. No hay otra.
¿Los que están ahí paseando el culo por los parlamentos y los gobiernos os representan?
Para nada. Evidentemente no. Acumular fuerzas es la premisa para cualquier movimiento político, pero la cuestión es qué fuerzas acumulas y para qué. Una cosa es acumular fuerzas institucionales en forma de votos con un electorado a quien haces ciertas promesas, y otra acumular fuerzas a nivel organizativo de cada vez más gente, comprometida en torno a un proyecto revolucionario, que es lo que estamos tratando de hacer nosotros.

https://sareantifaxista.blogspot.com/2022/06/kontseilu-sozialista-bilbo-la-crisis-se.html
Reblogueó esto en Bagauday comentado:
«Panterismo» social-ista vasco aquí y ahora.
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